Lo que siempre me abraza
cuando hago un humilde ruego
es este inmenso fuego
que en consolarme nunca se atrasa
No es una simple llama
la que me eleva del suelo:
es un potente fuego
que mi ser mucho exalta
Es el motivo de ánimo
del cual salir, no puedo:
es este enérgico fuego
que ya es mi gran amigo
Es lo que le da chispa
a mi vida diaria:
siempre se hace necesaria
cuando la tristeza está lista
Es mi gran energizante:
es esa intensa llamarada
que mantiene avivada
mi alma vibrante
Gracias a este fuego
tengo una fe enorme
de que yo como hombre
no voy a morir luego
martes, 9 de noviembre de 2010
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