Senderos sin salida
caminos sin rumbo
ése es mi mundo
nunca se me olvida
Las veredas están cerradas
son tapadas por viejos tropiezos:
he querido olvidarme de eso
pero cada vez más están más bloqueadas
Se van edificando más muros
por los que voy pasando
y ni siquiera brincando
me evito algunos
Es siempre estar corriendo
es un ir y venir
sin el camino a seguir
para solo terminar muriendo
Nadie escucha el humilde grito
que pide urgente el socorro
para su espíritu roto
que para el sepulcro está listo
Soy el pobre que vaga
en este cruel laberinto
en el que mi corazón extinto
lo atravesó su filosa daga
martes, 17 de mayo de 2011
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